RE-CONSTRUCCIÓN ADOPTADA

El proyecto Re-Construcción Adoptada, parte del interés por la búsqueda de la identidad propia como persona adoptada. A través de investigaciones referidas a este término y de la lectura del libro Soy adoptado, la vivencia de la adopción a lo largo de la vida, se explora la experiencia de la adopción y sus consecuencias vitales, y se aprende que los sentimientos personales son comunes con los de otras personas que han sido involucradas de diferentes maneras en procesos adoptivos.

Por tanto, tomando como referente dicha lectura, se decide tratar el tema de la búsqueda del “yo” en este grupo de individuos con el fin de dar visibilidad, no sólo a las experiencias y las etapas de la adopción, sino también a los sentimientos que éstas generan.

A partir del concepto de identidad en personas adoptadas, la obra se basa y materializa, mediante el uso de la cerámica en forma de matrioshka cuyo significado etimológico se vincula a madre de familia. No obstante, a esta forma se le dota de un nuevo significado al tratar y presentar tanto el interior del individuo adoptado en lo que a su vínculo familiar se refiere, como al autoconocimiento personal y emocional. Asimismo, y tomando la lectura Soy adoptado, la vivencia de la adopción a lo largo de la vida, se realiza un viaje interior que dirige al entendimiento de las emociones propias y ajenas, comunes en todas las personas adoptadas. Por ello, Re-Construcción Adoptada está formado por una serie tres piezas: Desprendimiento, Sutura y Reconstrucción, reflejando cada una de ellas formal y conceptualmente las tres etapas clave en el desarrollo de la identidad y de la personalidad.

Desprendimiento. Cerámica, 60 x 37 cm.

Re-Construcción Adoptada comienza con la pieza “Desprendimiento” hablando de una niñez impregnada por la separación de la familia biológica, que supone la falta del vínculo vital-esencial, y la pérdida, que provoca la carencia de apego a un cuidador principal, tomado en la niñez como fuente de consuelo. En consecuencia, al enfrentarse a la construcción de “Desprendiemiento”, se realiza una pieza incompleta por uno de sus lados, que permite ver el interior de la misma como presentación del vacío emocional, tratando la situación del niño adoptado, que se ve obligado a enfrentarse al abandono y a la integración en una nueva familia que, posteriormente, generará en él un nuevo vínculo afectivo.

Sutura. Cerámica y acero, 70 x 40 cm.

Presenta la adolescencia desde el punto de vista de la conexión y la búsqueda de la propia identidad. Formalmente, esta pieza presenta la unión de dos mitades mediante la sutura, como el propio nombre de la obra indica, tratando así la dualidad a la que se enfrenta el adolescente que, por un lado, empieza a comprender el sentimiento de vacío provocado por la pérdida de la familia biológica; y por otra parte, el surgimiento del deseo de encontrar el resto de piezas faltantes que lo formen como individuo independiente.

Reconstrucción. Cerámica, 75 x 45 cm.

El individuo ya formado, consciente de quién fue y de qué vivió, tiene las herramientas necesarias para poder resolver los conflictos de los que antes se veía incapaz. De igual manera, la identidad se consolida y se amplía, reconstruyéndose del mismo modo que a él mismo. Por ello, el aspecto formal de la última pieza que constituye Re-construcción Adoptada, está compuesta por la unión de sus diferentes partes puesto que la identidad es reparada y el individuo llega a la madurez, siendo capaz de mostrar sus cicatrices pasadas y presentes.